Acudimos a la contienda tocados, no hundidos pero si mermados, con la sensible baja de última hora de Ruben Arranz y las incorporaciones tras sendas lesiones de Álvaro y Jesús. A nuestro estado de salud había que añadirle otro Hándicap, las hechuras del rival, un clásico de la canasta de base, todo un Estudiantes, que si bien no goza en la actualidad de tanto dominio en cuanto a fundamentos, es un equipo físicamente muy superior al nuestro.
El planteamiento del partido pasaba por ejecutar nuestras armas lo mejor que nos fuera posible, sobre todo en defensa, parar a sus torres se antojaba esencial. Y defendimos bien en el primer cuarto, salvo excepciones puntuales, manteniendo el tipo en algunas posiciones, y durante ese periodo no nos costó en exceso anotar. Lo cierto es que el espejismo no duró en demasía, empezaron a imponer su tamaño, a castigar en el rebote ofensivo, y algunos de nuestro chicos no fueron en defensa lo duros que debieron ser. Las mermas físicas antes mencionadas, sumado a algunas rotaciones poco afortunadas nos hicieron bajar el pistón en cuanto al ritmo y el partido se nos marchó.
Por parte de nuestro equipo destacar la gran labor de Javi Galvan en el rebote, pegándose con las torres de Estudiantes y cerrando muy bien su posición, y también el gran trabajo sobre todo defensivo de Ignacio Vadillo, que se dejó el resto con su par y lo intentó con criterio en ataque.
Queda mucho por mejorar como equipo y el grupo seguirá trabajando duro para conseguir aumentar el nivel de exigencia.
Por David Aragoneses