Precedidos de una semana horrible de entrenamientos, y no por una cuestión de actitud, que fue maravillosa, si no por las bajas circunstanciales, nos presentábamos ante un rival que no nos traía más que malos recuerdos.
Contábamos con nueve jugadores, con dos tocados y Javi Galindo que por circunstancias ajenas a él solo pudo entrenar un día, cosa que empieza a pesarle.
El calentamiento fue duro, motivante y alegre, la intensidad estuvo presente en el equipo desde un cuarto de hora antes de empezar y cuando la bola voló de las manos del árbitro dio comienzo una guerra sin cuartel, que cogió desprevenido a un rival en actitud prepotente, que pretendía pavonearse sin esfuerzo.
El primer cuarto fue un recital ofensivo, nos entraba todo, pese a no haber entrenado cinco contra cinco durante toda la semana. Corrimos muy bien, jugamos con criterio los bloqueos directos, tiramos con confianza. Pena que no lográramos parar al rival, que a través del rebote ofensivo y de su dureza en las penetraciones solo se quedo tres abajo en el marcador. El segundo cuarto siguió por el mismo camino, con algo menos de acierto pero jugando un gran baloncesto de ataque.
Nuestro gran fallo era la defensa de ayudas en las penetraciones, jugar con dureza el flash en los bloqueos directos, por ahí se nos iban, aún así quince abajo al descanso y con mucha motivación.
Tras la reanudación salimos con ganas de presentar más batalla, y pese a unos flojos primeros minutos recuperamos la confianza y volvimos a anotar con facilidad, mejoramos los fallos defensivos acudiendo mucho mejor a las ayudas de las penetraciones, tanto fue así que a partir de una jugada fortuita cambió el rumbo del encuentro.
Nacho, saliendo al flash de un bloqueo directo, paró en seco al atacante provocando una falta de ataque, tal fue la contundencia de esta, entrando con codos, que lo dejó k.o, con la nariz inflamada y un corte, fuera del partido. Las malas formas del rival desquiciaron a los jugadores, que durante unos minutos entraron en una dinámica sin sentido de frustración y protestas. Gracias a dios el cuarto acabó.
Hablamos de jugar con Marcos, cortes y reemplazos para el tiro, lo hicimos con buen criterio, demostrando que teníamos confianza. Javi Galindo entró a pista con muchas ganas después de una mala primera parte, y jugó con gran acierto y buenas lecturas los uno contra uno, pero aquí regreso la polémica, tras un dos más uno el entrenador rival les alenta de que si hay falta no hay canasta, siguiente falta le estampan contra la protección y en la siguiente le dejan noqueado, ante la desesperación de padres, entrenador y compañeros.
La agresividad del rival rozó la violencia, mostrando un carácter claramente antideportivo.
Picados tontamente, y tocados en el orgullo, entramos de nuevo en dinámica negativa, Marcos y Javi Galván expulsados, solo cinco hombres disponibles, y fuera de punto, nos dejamos llevar al final, donde el rival presionó toda pista a pesar de la diferencia y de que estuviéramos con cinco, siguió pegando sin control y empezó a pavonearse maleducadamente. El agotamiento hizo mella al no tener cambios, Iganacio recibió un golpe duro en la boca del estómago en la lucha por un rebote. El buen sabor se nos agrió en busca del pitido final.