Primer partido de una nueva vida, fase, oportunidad, o como lo quieran llamar, la cuestión es que los gallos más duros han cambiado de granja y ha llegado la hora de que empecemos a quitarnos los complejos y mirarle la cara a los encuentros.
Domingo 9.00 de la mañana, nos cuesta encontrar el pabellón, oculto por la niebla, alguno aún se anda quitando las legañas en la rueda de calentamiento y esto se traduce en un inicio frío, falto de ritmo y sobre todo con una gran cantidad de despistes por parte de algunos jugadores.
Con añorada ausencia de gallardía, un cuarto malo en todos los aspectos, que nos sitúa 17 abajo en el marcador y nos hace recordar los fantasmas que nos llevan merodeando durante toda la temporada.
Con la salida a cancha de Alvaro despertamos del letargo, empezamos a atacar la verticalidad y a correr, cosa que sin brillar nos hace igualar el parcial de cuarto, nos demuestra que con poco que cumplamos con el ritmo, defensa dura a toda pista y el par de movimientos sistemáticos básicos por los que nos movemos podemos competir con cualquiera.
El tercer cuarto comienza renqueante, mermados por las faltas, aunque no tardamos en encontrar de nuevo el ritmo, cada vez que corremos y atacamos la vertical producimos y el ritmo ofensivo nos ayuda a defender mejor, parcial igualado de cuarto, en el cual perdonamos ocho tiros libres, los que nos hubieran metido en partido.
En el último cuarto cierran aún más la zona, por la que se movieron gran parte del encuentro, lo cual nos perjudica a la hora de penetrar. sin embargo dos contras bien finalizadas y un dos más uno de Alvaro, unido a una técnica a favor, nos mete en partido, nos ponemos a diez y crecidos.
Por desgracia un par de malos balances y cuatro libres fallados en el tramo clave no nos permite ajustar el marcador, al final se cierran completamente provocando que el estático se convierta en un concurso de tiros triples en el cual solo Luis estuvo certero.
Caemos de 13 después de empezar 17 abajo, con un 8 de 25 en tiros libres, con 8 jugadores y 3 expulsados por personales, lo cual ni es excusa, ni a su vez un pésimo resultado.
El equipo evoluciona favorablemente y el siguiente objetivo es evitar esas desconexiones como la del primer cuarto de hoy.
Por David Aragonés