El Baloncesto como Deporte de Formación

El deporte base es deporte formativo, en donde los protagonistas son niños y jóvenes deportistas, y cuyo objetivo principal es que el jugador siga siendo jugador al año siguiente.

La idea inicial es que los jugadores y jugadoras de estas categorías, sean cuales sean sus cualidades, son niños y adolescentes. Solo partiendo de esta idea, se estará dando dado el primer paso para hacer un buen trabajo. Por otro lado, un niño lo que quiere constantemente es divertirse y pasarlo bien, por eso los entrenadores, deben tenerlo en cuenta y lo usarlo a su favor, porque no se puede olvidar que los niños y las niñas van a jugar al baloncesto

Como ya hemos dicho, el baloncesto base, es un deporte formativo, en el que no solo se aprende a jugar al baloncesto, sino que además se usa el deporte como un transmisor de valores sociales. Valores como trabajo en equipo, cooperación, liderazgo, disciplina, compromiso, afán de superación, logro, éxito, puntualidad… Pero, el deporte, por sí solo, no es generador de valores, son los (padres, entrenadores, público…), los que le dan un significado, valores. Depende del enfoque que se le de al deporte, esos valores serán positivos o negativos.

¿Cómo hay que hacer para llenar de valores la práctica del baloncesto?

Lo primero, es poner siempre por encima de todo el aprendizaje. Que los chavales sepan que lo importante no es ganar o perder. Las competiciones no son un fin, sino un medio complementario a las sesiones de entrenamiento. Hay que valor el rendimiento y esfuerzo realizado por encima del resultado.

Hay que tener en cuenta que cuando un chico o chica se apunta a un club, lo puede hacer por muchos motivos: Para divertirse, para aprender y mejorar, para competir, para mejorar su condición física… pero por el otro lado, el abandono viene dado por aburrimiento, por no sentirse competente, tener otras obligaciones (estudios…), no disfrutar jugando, no soportar la presión… Así que el objetivo tiene que ser: hacer que el deporte sea estimulante y gratificante, para evitar así el abandono, cumpliendo con el objetivo del deporte base en la definición que he dado al principio. Seguirá siendo jugador.

En cuanto a la asimilación de conceptos se parte de que los jugadores aprenden experimentando, asumiendo iniciativas, cometiendo errores, rectificando… por eso es necesario incluir en el entrenamiento ejercicios que ayuden a comparar, relacionar, recordar…  Tener claro que el error forma parte del deporte. De hecho, es una manera fantástica de aprender, y hay que ser capaces de perdonar el error y buscar las mejores soluciones. Llegado el momento en el que el deportista necesite ayuda, ahí estarán los adultos para ofrecérsela.

Además, los entrenadores, han de ser un ejemplo para ellos y ser los primeros en cumplir con las normas del equipo y la competición y ser respetuosos con árbitros, padres, compañeros y adversarios.

Por último, para motivarles se planificarán sesiones de entrenamiento estimulantes y amenas, reforzando positivamente, tratando con respeto y cariño a los deportistas, teniendo paciencia, disfrutando del trabajo, preocupándose por qué tal lo han pasado, no tanto por el cómo han quedado…

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