Después de mucha espera, ha llegado el día. Después de una mañana en clase, por fin ha llegado la hora de ir al Delibes para coger el autobús. Hemos ido llegando poco a poco, identificado nuestras bolsas con una etiquetas chulísimas y cuando las hemos ido a meter en el maletero del autobús, oh, ¡¡¡sorpresa!!! Tomás y Álvaro Ramajo estaban dentro del maletero, ¡Que ordenadito ha quedado todo!
Ha llegado el momento de la despedida. Hemos repartido besos, abrazos y sonrisas y por fin el autocar ha echado a andar. La verdad es que nos ha hecho mucha ilusión que los padres, madres, abuelos, abuelas, hermanos, hermanas y hasta los tíos y primos hayan venido a despedirnos, pero lo que más ilusión nos hacía era empezar el viaje.
¡Por fin en marcha! Teníamos tantas ganas de llegar, que a la altura de Torrejón de Ardoz, ya habíamos preguntado veinte veces cuánto quedaba para llegar. Cuando se nos empezaba a hacer largo el camino hemos parado para merendar y estirar las piernas; y la verdad que ha sido un acierto. El resto del camino se nos ha hecho más llevadero.
Ya estamos en Zaragoza, y se acerca la última sorpresa del día, el secreto mejor guardado de este torneo, con quién vamos a dormir. Ya lo hemos descubierto, vamos a estar fenomenal. Una visita rápida a la habitación y a cenar, ¡Qué rico está todo! pero a ver si acabamos pronto que nos queda lo más divertido de hoy… irnos a la habitación.
¡¡¡¡BUENAS NOCHES!!!!