Amanecíamos muy temprano después de una noche, contra todo pronóstico, muy movida. Hemos sido los primeros en desayunar y, tras bajar el equipaje, en dejar el hotel camino de nuestros últimos partidos del torneo.
Ya en el campo se notaba el cansancio pero la ilusión y las ganas de jugar han podido con todo y hemos competido hasta el final del Torneo. Después ducha y, cargados con la comida y los trofeos, tocaba visita cultural, hemos visitado La Aljafería: Recorrimos las distintas dependencia: el patio, el oratorio y hasta el salón del Trono.
Con la visita concluida solo nos quedaba comer y regresar a Parla. El pronóstico era que con el estómago lleno, el cansancio y el arrullo del bus íbamos a ir durmiendo todo el camino, ¡qué equivocados estabamos!
La verdad es que estamos muy cansados y nos hemos resistido a dejar Zaragoza hasta última hora, pero no quedaba otra opción. Lo hemos pasado fenomenal y seguro que volveremos.
Gracias a los jugadores y jugadoras, a los entrenadores, a los ayudantes y a las familias que habéis hecho posible un fin de semana inolvidable.
¡Adios Zaragoza! ¡Gracías Azúa!